miércoles, 2 de marzo de 2011

Las copas rotas



Las copas rotas, la soledad
la sombra que se acerca
y lo cubre todo, el alma y el corazón
y sufres y lloras, solo, vacío, sin nada
sin algo y solo, para llorar, para sufrir
para morir y pudrirse, solo.
Podrido de soledad, gritando y gimiendo
con el alma muerta, llena de lodo
llena de llagas y sangre y pus,
enlodada y marchita endeble y seca,
y solo, y muerto, movido al llanto
lleno de penas y pesares,
acalambrado el corazón y machacado y asesinado,
emparedado en soledad, arrancado
y arrojado a los perros, mancillado, escarnecido.
Solo en las sombras, malherido y roto
lleno de inmundicia, carcomido por el olvido.
Las copas rotas
solo colillas, mil colillas y basura y mugre
brutalmente solo
ensimismado en nada, en todo, en nada
y llorando.
Las copas rotas
y el asesino en pie, vigilando, sitiando
y maldiciendo y envileciendote
y viviendo en tí, en tu alma muerta,
en tu corazón podrido, y llorando,
lagrimas de amargo veneno
que te inundan, que te ahogan.
Y vuelve a matarte y devora tu alma y tu corazón
y los vomita y vuelven a crecer
y los vuelve a devorar, como el griego del fuego.
Las copas rotas
único recuerdo de algo, que el tiempo borró,
ese algo que era tu ser y llenaba tu vida
y la hacia amanecer cada noche
y la hacia florecer cada noche.
tu voz y la suya llenas de amor
vívidas remembrazas del ayer que no será,
del ayer enterrado vivo, que no reencarnará en otro hoy
y te haces viejo y morirás solo, lleno de sombras
de sombras vagas y lapidarias,
y lloras, y te retuerces de dolor y de soledad.
Sin comer ni beber, ni dormir,
sin sueños sin esperanzas, sin...
Las copas rotas
mayo 1986