viernes, 25 de febrero de 2011

Me provocas


Con tu figura lineal y tu lenguaje procaz
y tus pies de Cenicienta y tus ojos de albina.
Mi cordura no es total

por tu actitud falaz,

pero tu imagen reinventa

la pasión que me domina.
Tu mirada fatal
me torna en incapaz,
mi cerebro revienta

y mi esperanza fulmina.
Adorarte es mi ritual

mi deseo es pertinaz
pues te miro suculenta,
eres luz y eres divina.

Eres una vestal
y tu amor por mi, fugaz

y muero en cámara lenta,

tu desdén me mina.
Esta pasión es letal
como posión de matraz

y aunque mi ser se violenta
con un guiño tuyo termina.
Un beso tuyo es mortal
como leucemia al rapaz

yo daría mis cuarenta
por tu beso que extermina.
Mayo 2003

martes, 22 de febrero de 2011

Grafofilia



Al golpe, galope

de las letras

entiendo, discierno

su conjunto.


Me dice, me sugiere,

me seduce, me reduce

y mi mente, ser

se llena se reboza

de dulce saber


El que escribe, transcribe

lo que piensa, lo que vio
y al conjuro de las letras

te lo muestra, lo comparte

y el que escribe y el que lee

son contraparte.


La mezcla, conjunto

de signos, de palabras

por su lado, sin hilar

nada dicen, no hablan.


Cuando una mente, demente

las conjuga y las convoca

para fines aviesos, inicuos

confunde, enferma
desinforma y transforma

el bendito, divino propósito de su ser.

Las letras son todo
son principio, son fin
son ciencia, son conciencia

son avance, fuerza interna

son vida eterna.

Amén

Campeche, 2001

viernes, 18 de febrero de 2011

El Temor




Otra vez llegó el temor al acercarme de noche a casa, me acomete el horror y quiero volver atrás. Vaya, he vencido el miedo y traspaso el umbral, mi casa está en tinieblas, me causa pavura, corro, frió como el hielo a encender la luz.
Con las sombras se disipan los espantos que me acechan, me siento frente a la chimenea, no quiero dormir pues las pesadillas minan poco a poco mi cordura y se llevan mi tranquilidad, pero intentare dormir, es tarde ya, ese lúgubre reloj así lo indica.
En su inalcanzable altura, la luna se ríe de mi, de mi miedo, temblando como azogado, sudando copiosamente, muriendo lentamente, cierro la ventana, la luna no me mirará mas. Dormir, necesito dormir, aunque sea un poco, pero las escaleras... hileras de dientes burlones, sonrientes, mordaces, parecen la boca de una fiera, esperando y relamiéndose por su presa, cierro los ojos, subo, dos, tres peldaños a la vez.
Por fin llegué, soy salvo, me rió, no hay nada, soy un niño inventando duendes, miro la gran puerta de mi habitación, mi sonrisa se esfuma, esa puerta espera que la abra, ¿que habrá dentro? ¿que ser infernal me espera? ¿que absurda pesadilla? algo acecha allá, escondido, lo siento en la piel, en mis cabellos erizados, me santiguo, abro con los ojos cerrados, acciono el interruptor ¡luz! me salva de nuevo, ahí esta mi lampara, la tomo con cuidado y la enciendo ¡mas luz!
Oh Dios, estoy frente al armario, lo abro, siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal, ahí están, no se han ido, me miran con sus cuencas vacías, quiero gritar, llorar, morir, están ahí, no se mueven desde el día que los maté, que acabe con sus miserables vidas, traidores, me engañaron, se burlaron de mi, pero están muertos ya no traicionaran, ya no lo podrán hacer.

Siempre les grito que se marchen, pero no hacen caso, siguen ahí, pudriéndose, horrorizándome, agusanándose, si importarles que los vea.
Esta vez no cerraré la puerta, es mas, la arrancaré, tal vez se vayan, estoy harto de ver sus decrépitos huesos que muestran impúdicamente.
Apunto del desmayo, salgo corriendo, dormiré donde sea y regresaré mañana, ojalá ya se hayan ido.

lunes, 14 de febrero de 2011

Pasajes Oscuros de una Vida Vacia


Pasajes Oscuros de una Vida Vacía

Se despertó cuando el sol la conminaba a abandonar el lecho, cual mariposa al capullo, sin la menor queja contra el sueño que no pudo concebir por pasar las horas pensando en su amado.
A sus dieciséis era feliz, era enamorada y estaba realizada, pero la desgracia quiso hacerla su sierva y púsole el destino enfrente una piedra. Ser tal piedra tocó me a mi por sino, siendo yo el causante de su pena.
Confieso en descargo, si disculparseme pudiera, que no fue premeditado ni quise ser falaz, ni fue turbio mi pensamiento.
A sus inocentes dieciséis le tocó por accidente conocer al causante de su infortunio, hecho que marcó toda su vida.
Treinta años cumplidos no te absuelven de nada, ni te hacen partícipe de algo, ni te da derecho a hacer y deshacer, si acaso te da valor para enfrentar la siguiente edad.
Quince años me metí en el cuerpo, quince años probando la vida, a veces dulce a veces rancia, cayendo y levantando, perdiendo y ganando. Lleno de podredumbre y miel tengo el pensamiento, ni tan severo ni tan blando, disfrutando música y charla, gustando humo y vino, queriendo saber todo aun sin saber algo, me conociste por mi hablar basto y por el hablar caíste en la trampa que no había puesto.
Es muy fácil a tus años caer en las garras finas del que tiene un diente de oro y la sonrisa podrida. No soy un gran tipo, ni tengo trazas de serlo, pero el flechazo de cupido cayó en tu corazón sin merecerlo.
El tiempo paso y con el tu cuerpo en el mio, muchas veces, como pasa el rió, llevando lo fértil a la pradera y apostando la vida en cada entrega.
Hoy nació el capullo, nació de madre doliente, nació de madre amante y nació con padre ausente, con padre muerto, con padre errante.