Cuando la dicha es pocay el llanto mucho,mi pena se trocasi tu voz escuchoTu ceguera matami ilusión marchita,tu aroma desatami ansia infinita.Pensar en tus besoses casi profano,reprimo por esomi deseo mundano.Si la noche llegay no has sido mia,mi vida se juegala muerte porfia.Mi suerte terminase acerca la horatu desdén dominay mi ser implora.Acepto el castigo,ya llegó la nocheno estaré contigono tengo reproche.
Lejanía, crueldad,malsana distanciano me apartes de ella,no me pongas trabas,no me hundas en el abismode la separación perversa,déjame llegar a ella.Maltratas mi corazón,con ansiedad,
con angustia.
Dame el encantode sus besos redentores,de sus besos salvadores,dejame llegar a ella.Añoranza,extrañarla es cotidiano,ansió su mirada,ansió su calor,su suave respirar,dejame llegar a ella.La quiero por virtudcon ansias locas,distancia, crueldadaleja de mi tu rostrono me trates asívete de mi vida.Distancia,dejame llegar a ella

Tus manos
pintadas en los confines de mi piel.
Tus labios
tatuados en mi rostro.
Tu mirada
incrustada como piercing.
Tu voz
navega en mis oidos
como el Holandes Errante.
Y tu sonrisa de bandolera
ilumina mis oscuridades.
Cuando tus lágrimasfertilizan tus mejillas
tu rostro parece de santa.
Y te conviertes de pronto
en una constelación lejana, distante.
Pero mia.
Y agradesco a la suerte,
a los hados y al destino
el compartir los minutos
uno a uno contigo. Marzo-2006