miércoles, 10 de febrero de 2010

La Otra Opción


De pronto sentí el deseo,
de navegar en un rio de mi sangre,
de ver bocas vomitando en mis muñecas;
de sentir el frio filo en mis venas.

De pronto sentí el deseo,
de que mi carne comulgara con el acero,
de contar las vueltas de mis intestinos;
de conocer personalmente a mis entrañas.

De pronto sentí el deseo,
de que el plomo llevara ideas nuevas a mi cerebro,
de abrir una claraboya en mi sien;
de conocer el hogar de mi conciencia.

De pronto sentí el deseo,
de enfrentarme cara a cara al tren,
de saber si puedo volar
y si el gas se puede respirar.

De pronto sentí el deseo,
de dormir y no despertar,
de conocer el juicio final;
de cubrirme de oscuridad.

viernes, 5 de febrero de 2010

Quinientas Noches


El domingo arde
y la noche mata,
tus besos no llegan
y tu cuerpo tarda.

Huerfano soy
mientras tu no llegues
y entre tus brazos me tomes
y de besos me llenes.

Es tarde ya
y tu cuerpo está ausente.
Vagando en la nada
esperando verte.

¿Porqué tardas tanto?
Estoy casi muerto,
mi corazón cesa
y mi sangre se apaga.

Otra noche sin verte
ya será fatal,
esperé tanto tiempo,
no soporto más.

Ya está amaneciendo
y nunca llegaste
son quinientas noches
sin poder tocarte.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Como un niño



El alma se partió en pedazos,

todos amorfos y dolorosos,

trasudando tristeza, intolerancia,

transidos de pena, de condena.


Y el corazón feneció en el acto,

el desamor lo dejo impactado,

el desdén destruyó su cuerpo,

la indiferencia lo redujo a nada.


Y yo sentí todo eso dentro

y sentí quemarse mis entrañas,

y morí en noches deleznables,

llenas de angustia enfebrecida.


Y el dolor no dejaba momento,

que pudiera en reposo, reponerme

y lloraba lágrimas punzantes,

que eran tan amargas a mi gusto.


La pena me consume avasallante,

y mina mi existencia desdichada,

ya no soy el mismo de hace días,

soy un muerto en vida por tu culpa.



Dic. 1986